Ningún país
en el mundo tiene más celulares que China. Según las cifras más recientes, el
número de usuarios de teléfonos móviles superó los mil millones.
Dicen por
ahí que si se colocaran uno al lado del otro, los chinos con celular le darían
una vuelta a la Tierra.
Creo que es una tontería. Pero lo que sí es verdad es que la
vida de los jóvenes chinos en Beijing, y en muchas otras ciudades del país,
está centrándose en estos aparatos.
Cada vez es
más común ver escenas como la de abajo, donde los chinos van enajenados con su
celular, la mayoría jugando o viendo una película. Ya son pocos los que leen el
periódico o un libro de papel. Y han llegado al extremo de ir en grupos o en
pareja y no conversar, por ir atentos a su teléfono.
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Nomofobia en el metro de Beijing / Foto: Juan Carlos Zamora |
Muchos
dirán “lo mismo pasa en mi país”. No lo dudo, es una tendencia mundial. Pero en
China esta situación llega a proporciones inconcebibles.
Hace poco
fui a tomar un café y vi a una pareja de veintitantos años. Estaban sentados
frente a frente y no, no se comían a besos. Tampoco se tomaban de la mano.
Vaya, ni siquiera se lanzaban miradas indiscretas. ¡Los dos estaban atentos a
su teléfono celular!
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"Amor" vía celular / Foto: Juan Carlos Zamora |
Me gustaría
decir que es la única vez que lo he visto, pero mentiría. La nomofobía de los
chinos comienza a ser preocupante.
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