domingo, 21 de noviembre de 2010

El caleidoscopio chino


He abierto este blog porque me apetece contar sobre China. La China que me ha tocado conocer, la que me han dejado ver, y la que tengo que descubrir sorteando decenas de restricciones. 

La China de los altos y modernos edificios; la de los escupitajos y los apretujamientos; la de los millones de bicicletas y autos.

La China de la modernidad en las ciudades y la miseria en el campo; la de hermosos jardines y lagos; la de las luces de neón.

La China contaminante; la de miles de campesinos en las ciudades con sueldos miserables; la de mil trescientos millones de habitantes.

La China con novísimos y caros trenes de alta velocidad; la de los baratos ferrocarriles con gente sentada una sobre otra, hacinada; la del contrapeso de Estados Unidos.

La China del arroz y los tallarines; la de los McDonalds en cada esquina; la de las casas de té.

La China tradicional, pero cada vez más occidentalizada; la socialista con división de clases; la de los ultrarricos y los pauperizados.

La China de los Juegos Olímpicos y la Expo Universal; la gran potencia económica; la adoradora del cuerpo de Mao.

La China misteriosa, seductora, envolvente; la que uno odia, y al minuto siguiente ama con desesperación.

La China del oso panda; la de la piratería de primera; la de los karaokes.

La China del respeto a los ancianos; la de la veneración a la familia; la del Internet restringido.

En fin. El caleidoscopio que es China, tierra de contrastes, que he tenido la fortuna de conocer desde septiembre de 2009, fecha en que pise por primera vez este país.

Gracias por estar en mi blog.